jueves, 1 de septiembre de 2011

Energías renovables I


Cada año llega a la tierra, en forma de energía solar, el equivalente a 60 billones de toneladas de petróleo. Con que sólo se aprovechara un 1%, la población mundial alcanzaría el nivel de consumo energético de los EEUU, el país que más consume.
 El gasto de un ciudadano medio de dicho país es 16 veces mayor que el de un africano medio. El problema reside en el modo de aprovechar monetariamente una fuente de energía que es inagotable y que se distribuye gratuitamente.
La evidencia de que el consumo de combustibles fósiles puede llevar a un punto sin retorno, los más de 65 millones de barriles diarios de petróleo que consumimos y los 3.500 millones de toneladas que se queman cada año aceleran el efecto invernadero y, con él, el cambio climático global. Además la energía nuclear no es tan limpia, segura o eficaz como se preveía. En cualquier caso, conviene un cambio de mentalidad. Utilizamos más energía de la necesaria. Y ese derroche repercute en los países más desfavorecidos.
 Últimamente se apuntan soluciones de tipo autosuficiente, que favorecen el ahorro y que no son contaminantes. De cualquier manera el debate sigue, la aplicación de este tipo de energías tienen, inevitablemente, un impacto en el medio ambiente. Animales y plantas de distintos biomas deben convivir con maquinarias, muchas veces peligrosas que dañan, no solo el paisaje, sino también su forma de vida y los exponen a peligros directos. Pero  creemos que esté es el camino, el del debate en las formas de aplicación menos dañinas, respetando al resto de los seres vivos con quienes compartimos el planeta, que proporcionan un equilibrio del cual dependemos directamente.
Por eso es importante comprometerse con estos cambios, y participar de manera directa en el debate de cuales son las más prácticas, eficaces y sustentables. Aquí te comentamos un poco de que se tratan alguna de las energías renovables más utilizadas en el mundo (habrá una segunda parte para que no sea tan largo), para que nosotros también formemos parte del cambio.

Minirepresas: las minirepresas hidráulicas generan electricidad allá donde se precisa, no alteran el curso del río, no requieren grandes masas de agua y el impacto ambiental es mínimo. China dispone de más de 100.000 instalaciones de este tipo, con las que suministra electricidad a dos tercios de la población rural y a un tercio de la población urbana. Por sus costes de instalación y mantenimiento,  por sus costes de instalación y mantenimiento, y por su rendimiento energético, son una alternativa para los países en desarrollo.

Energía de mareas: Mareas, fuerza de las olas, gradientes térmicos y salinos, vientos oceánicos y corrientes marinas ofrecen un potencial energético enorme. La fórmula más habitual de aprovecharla consiste en separar un estuario del mar mediante un dique y aprovechar la diferencia de nivel que se produce con las mareas. Se utiliza en Francia y en Rusia, y se ha comprobado que es útil para generar electricidad en cantidades apreciables.

Energía geotérmica: los cinco kilómetros exteriores de corteza terrestre contienen 40 millones de veces la energía que pueden proporcionar las actuales reservas de petróleo y gas. Pese al enorme potencial, su aprovechamiento es dificultoso dada la dispersión de dicha energía. Con todo, no es imposible. En Islandia, el 80% de la población se beneficia de calefacción geotérmica y en El Salvador el 40% del consumo eléctrico total tiene este origen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario