lunes, 5 de septiembre de 2011

Fuentes alternativas II

La electricidad representa alrededor del 16% de la energía mundial, y es en ese sector ampliamente dominado por el carbón y el gas donde las fuentes de energía renovable encuentran su lugar.  Pero pese a representar formas limpias e inagotables, hay quienes siguen poniendo en dudas sobre si realmente representan un progreso real.

Dos polémicas están a la cabeza de estos debates: aspectos técnicos-económicos (potencia real, eficacia económica, utilidad energética) y cuestiones ambientales (modificación del paisaje, ruidos, seguridad de los animales, etc.)

Con respecto a los costos, es verdad que este tipo de energías suelen ser un poco más elevadas que las tradicionales pero también es cierto que la electricidad renovable va en aumento, debido a la escasez de combustibles. Otro diferenciador es que luego de la compra de la fuente de energía (paneles solares, molinos, etc.), en el largo plazo la energía obtenida será notoriamente más barata ya que elimina los gastos de transporte, la distribución, la comercialización y los impuestos de la energía tradicional que representan más de un 70% de la factura real.

La multiplicación de estas fuentes de energía parece inevitable y necesaria. Será entonces en beneficio de todos si se realizan en condiciones óptimas de respeto por los territorios y mediante la apropación de los proyectos por parte de los ciudadanos. Abajo te contamos como funcionan otras 3 fuentes de energía sustentables.

Energía solar: la forma más simple de aprovechar la energía solar es calentar agua. Para ello bastan tuberías que capten la energía en forma de calor y la transfieran a depósitos donde se acumula el agua. Para producir electricidad se utilizan grandes concentraciones de paneles termosolares (generan vapor que hacen mover las turbinas) o bien células fotovoltaicas de silicio que transforman directamente la energía solar en eléctrica. Los paneles solares se encuentran en el mercado desde hace más de 1 década, y su precio va en descenso. Es una de las formas más baratas de energía y se utiliza mucho en residencias alejadas de las ciudades que no cuentan con acceso a la red tradicional.

Biodigestores: es un sistema natural que aprovecha la digestión anaeróbica (en ausencia de oxígeno) de las bacterias que habitan en el estiércol de distintos animales de granja, para transformarlo en biogas y fertilizante. El biogas puede ser empleado como combustible en las cocinas, calefacción o iluminación, y en grandes instalaciones se puede utilizar para alimentar un motor que genere electricidad. El fertilizante, llamado biol, inicialmente se ha considerado un producto secundario, pero actualmente se está tratando con la misma importancia, o mayor, que el biogas, ya que provee a las familias de un fertilizante natural que mejora fuertemente el rendimiento de las cosechas. Los biodigestores familiares de bajo costo han sido desarrollados y están ampliamente implementados  en países en desarrollo, proporcionando una fuente de energía limpia y eficiente, además de ayudar a solucionar un gran problema: el estiércol de vaca es uno de los principales responsables del calentamiento global, ya que emite muchísimo metano a la atmósfera, y mientras más carne comamos (la tendencia mundial está en aumento) mayor es el riesgo. Pero si se obtiene el metano y se quema el gas, el daño es cientos de veces menor.

Energía eólica: En el mundo miles de aerogeneradores aprovechan el viento para producir electricidad. Este tipo de energía experimenta un desarrollo sostenido (entre un 20%  y 30% de crecimiento anual) En total, un centenar de países cuentan con instalaciones de este tipo. Suelen estar dentro de proyectos de plantas productoras de energía que luego la distribuyen en las distintas ciudades, ya que tiene una inversión inicial muy elevada, pero su potencial técnico también lo es. 

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